Teléfonos de Lucera ¿cuál es el gratuito? | Abril 2024
El teléfono de Lucera para contratar es el 91 949 15 39. Por otro lado, el de atención al cliente es el 900 525 660. Se trata de un número gratuito a través del cual podremos informarnos sobre las tarifas disponibles, realizar cambios de potencia en el suministro o solicitar facturas, entre otras cosas.
Vías de contacto con Lucera
a través de las cuales podremos realizar consultas o gestiones, relativas al suministro de luz y gas. Las principales son:
- Llamar la teléfono gratuito teléfono 900 525 660. Este número está disponible de lunes a viernes, de 09:30h a 18:00h
- Envainado un mail al contacto@lucera.es
- Rellanando un formulario web
- Buscando el usuario @luceraenergia en Facebook o Twitter
El teléfono de atención al cliente de Lucera para cualquier trámite o consulta es el 900 525 660.
¿Qué gestiones se pueden hacer en el teléfono de Lucera?
Las principales gestiones que podemos hacer a través del teléfono de atención al cliente de Lucera, relacionadas con el suministro de luz o gas, son:
- Cambiar los datos del titular del suministro
- Ver la información relativa a los contratos
- Informarnos sobre los distintos tipos de tarifas
- Modificar la potencia contratada
- Cambiar de tarifa de luz o gas
- Solicitar cualquiera de las facturas emitidas
- Realizar alguna reclamación
Área de clientes de Lucera: gestiones
Lucera dispone de un área de clientes a la que podremos acceder utilizando nuestro DNI o NIF y la contraseña. Si no disponemos de las credenciales, tendremos que contactar con la comercializadora en el 900 525 660, o a través del mail contacto@lucera.es.
Una vez dispongamos de los datos de acceso, para entrar, tendremos que:
- Seleccionar el apartado Área clientes en la web
- Escribir el mail o el DNI/CIF
- Introducir la contraseña
Dentro del área personal, podremos llevar a cabo las mismas gestiones que por teléfono, pero con la diferencia de no tener que realizar esperas o acudir a una oficina presencial, y lo mejor de todo es que sin tener que ajustarnos a horarios de nada