¿Cómo es la distribución de la energía geotérmica?
La distribución de la energía geotérmica se puede dar de cuatro formas dependiendo de las temperaturas: alta (150º a 400º), media (70º a 150º), baja (50º a 70º) y muy baja (20º a 50º). Esta distribución se hace a través de unos circuitos que se utilizan, sobre todo, en zonas residenciales.
Distribución según temperaturas de la energía geotérmica
La distribución según temperaturas de la energía geotérmica se basa en los grados que alcanza dicha energía por la incidencia del sol en el terreno y por el calor emanado del interior. La siguiente tabla establece los rangos, así como los usos prioritarios de cada tipo de energía:
- Alta temperatura: de 150º a 400º Se genera vapor superficial y genera electricidad utilizando una serie de turbinas. Es el calor de la corteza terrestre.
- Media temperatura: de 70º a 150º Tiene un rendimiento más bajo.Se utiliza un fluido volátil
- Baja temperatura: de 50º a 70º Se aprovecha en las cuencas sedimentarias.
- Temperatura muy baja: de 20º a 50º Se emplea en usos residenciales y agrícolas
Circuitos de distribución de energía geotérmica
Los circuitos de distribución de energía geotérmica se utilizan, principalmente, en entornos residenciales, donde el calor puede pasar de una vivienda a otra. Se emplea para obtener altos niveles de ahorro y para contribuir a la utilización de energías sostenibles, limpias y renovables. Podemos citar tres tipos de circuitos principales:
- Privado: permite la obtención de calefacción y agua caliente sanitaria ACS, a escaña de distrito o con una bomba de calor
- Red por usuario: cuenta con tuberías de retorno e ida, así como con centralita y dispositivo de bombeo
- Primario: dispone de equipo de reinyección, intercambiador y sistema de bombeo
Beneficios de la distribución geotérmica
La energía geotérmica funciona a través de una bomba de calor que emplea agua mezclada con refrigerante, con el fin de trasladar el calor de la tierra hacia dentro de una estancia, o retirarlo hacia fuera, en época de verano. Este modo de distribución de energía permite mantener caldeada la vivienda en épocas de frío, y establecer una temperatura fresca y constante en temporadas de más calor.
Centrándonos en la distribución de la energía en función de la profundidad alcanzada, podemos obtener distintas temperaturas, lo que nos permitirá realizar una instalación acorde a nuestras necesidades, una gran ventaja a la hora de ahorrar costes y optimizar la inversión:
- A partir de los 5 metros, la profundidad que alcanzamos proporciona unos 20º constantes
- La bomba de calor sufre menos al tener siempre una temperatura estable, sin tener que realizar esfuerzos extra en verano o invierno
- Requiere de un nivel de trabajo aproximadamente un 50% menos que otros sistemas que ofrezcan calor o frío