La fuente geotérmica es aquella de la que nos servimos para generar energía, como calor o electricidad, aprovechando el calor interno del terreno. Existen varios tipos de yacimientos que se pueden aprovechar para ello, como los acuíferos, los géiseres o las fuentes de agua caliente.
Existen varios tipos de fuentes geotérmicas, basadas en la procedencia del calor. Estas son los siguientes:
Yacimientos secos
Acuíferos
Géiser
Por último pero no por eso menos importante está la fuente de agua caliente, esta se utiliza desde hace varios siglos. Un ejemplo muy conocido son las termas.
Los yacimientos secos son aquellos en los que las rocas están secas y a altas temperaturas. No se produce ningún traspaso energético al no contener fluidos que sirvan como medio para ello, por lo que hay que generar el intercambio de manera artificial:
Los costes de los yacimientos secos son elevados y el rendimiento es menor que el de otras fuentes de geotermia. Por este motivo se continúa trabajando en la mejora y profesionalización de los procesos, que permita hacerlos más asequibles en el futuro.
Los yacimientos de géiser son aquellos que aprovechan las columnas de agua hirviendo surgidas de la tierra para generar energía. Se trata de puntos muy concretos del planeta, en terrenos volcánicos, donde se sitúan una serie de turbinas que ejercen de herramienta para obtener energía mecánica a raíz de la energía geotérmica.
Se trata de una fuente geotérmica finita, ya que, al reinsertarse el agua fría en el canal, el magma del interior se enfría paulatinamente.
Los yacimientos de agua caliente son fuentes de geotermia naturales, que pueden tener dos formas:
Sofía Villasur Sofía estudió Publicidad, Marketing y RRPP. Tiene 3 años de experiencia como redactora en Roams. Ahora Sofía es manager de energía. Especialista en el mercado energético, asesora sobre tarifas de luz y gas, así como de las distintas variantes en energías renovables. Además, Sofía es la responsable de contrastar el contenido con las distintas compañías energéticas.