La energía solar térmica y la fotovoltaica son las principales energías que se obtienen a partir del sol. Ambas pueden obtenerse en nuestro país. Sin embargo tienen importantes diferencias, que se acentúan en función de la utilidad final de la energía generada. En cualquier caso, la más utilizada es la fotovoltaica.
Dentro de la energía solar hay que distinguir entre la energía solar fotovoltaica y la energía solar térmica. Ambas se sirven de la radiación solar, pero difieren de si se basan en su calor o en los efectos de esa radiación.
Las principales diferencias entre la energía solar térmica y la fotovoltaica es la forma en que se obtienen y se almacenan. Por un lado, la energía solar térmica se obtiene aprovechando el calor del sol. Generalmente, se aprovechará para calentar un fluido o aire almacenado en depósitos.
Por su parte, la energía solar fotovoltaica aprovecha la luz del sol. Esta se convertirá en electricidad en las propias placas solares y se puede almacenar en baterías.
La energía solar térmica puede utilizarse de tres formas distintas: para calentar fluidos o aire, para producir frío o para conseguir electricidad.
En función del uso también se utiliza un modelo de colector distinto. Estos pueden ser de tres tipos:
La energía solar fotovoltaica tiene la función de convertir la radiación solar en energía eléctrica permite abastecer hogares, empresas, fincas, industrias, etc.Es la forma más extendida de obtener electricidad. Se consigue de forma directa y al instante.
Las placas solares convierten la radiación que consiguen del sol en energía eléctrica. Después, el conversor transforma esta energía en corriente alterna, para que pueda utilizarse en la vivienda. Además, permite su almacenamiento en baterías, para que se pueda seguir consumiendo aunque las placas solares no puedan obtener luz del sol.
La energía solar térmica y la fotovoltaica se basan en generar energía gracias al sol, pero con procesos diferentes. Por eso, los paneles solares difieren entre los dos tipos de energía solar.
Lo primero es que los paneles solares fotovoltaicos son mucho más usados, hay mayor oferta y demanda, ya que suponen un mayor ahorro y eficiencia energética. Aunque es cierto que la instalación es mucho más sencilla en paneles térmicos que en fotovoltaicos.
Asimismo, los materiales que forman ambos tipos de paneles son diferentes. Mientras que los fotovoltaicos están hechos de células fotovoltaicas fabricadas, en gran medida, en silicio, los térmicos están formados por una capa de vidrio templado transparente que capta el calor pero no deja que se vaya.
Por otro lado, la vida útil de ambos paneles es una gran diferencia. Mientras que la de las placas solares fotovoltaicas puede superar los 20 años, la de las térmicas solo llega a la década de vida.
Tanto la energía térmica como la fotovoltaica tienen varias ventajas. Estas hacen que ambas sean cada vez más utilizadas por corporaciones y en viviendas. Entre ellas:
Sin embargo, ambas tienen aún bastante margen de mejora en algunos aspectos. Así, sus inconvenientes son:
El auge de la energía solar en España desde 2018, cuando se eliminó el llamado impuesto al sol, ha sido muy grande. Este crecimiento se ha visto impulsado también por las diferentes subvenciones para el autoconsumo.
Tomando como referencia en el último Informe del Sistema Eléctrico Español publicado por la Red Española de Electricidad, puedes observar que a finales de 2021 la potencia instalada de energía solar fotovoltaica es del 13,7% (1) de todos los tipos de energía. Mientras que la térmica tiene una potencia instalada del 2,1% de los 107.505 MW instalados.
Así, la potencia instalada de energía solar fotovoltaica en España ha pasado de los 4.767 MW de 2018 a los 15.048 MW de 2021 (2) . Tan solo en el último año, esta energía ha aumentado un 28,8%
La energía solar es la que produce por la radiación o por el calor del sol, pudiendo ser fotovoltaica o térmica, respectivamente. Esta energía es utilizada para el funcionamiento eléctrico diario o para sistemas de agua caliente sanitaria o calefacción.
El rendimiento de la energía solar térmica es muy elevado. Consigue alcanzar, en algunos casos, hasta el 90% del cociente de eficiencia del equipo. Funciona incluso en días nublados o con temperaturas bajas, siempre que las placas puedan obtener calor.
El precio de las instalaciones de energía solar fotovoltaica es más competitivo, ya que de 10 años a esta parte se ha visto reducidos debido a la mayor oferta y demanda. Además, los costes de mantenimiento son mayores en la térmica.
Sofía Villasur Sofía estudió Publicidad, Marketing y RRPP. Tiene 3 años de experiencia como redactora en Roams. Ahora Sofía es experta en energía. Especialista en el mercado energético, asesora sobre tarifas de luz y gas, así como de las distintas variantes en energías renovables. Además, Sofía es la responsable de contrastar el contenido con las distintas compañías energéticas.