Los radiadores de bajo consumo son radiadores eléctricos más eficientes. Permiten un ahorro en la factura de luz con respecto a los convencionales. Aún así, a la larga, siguen sin ser rentables si se comparan con la calefacción por gas o gasóleo. Esto se debe a que la electricidad siempre va a ser más cara.
Los radiadores eléctricos de bajo consumo son similares a los convencionales. Como su nombre indica, funcionan también a través del suministro eléctrico, aunque su consumo es mucho más eficiente.
Los de menor consumo son los de aceite. Como indica su nombre, la principal diferencia radica en que en su interior contienen un tipo de aceite que, al calentarse y evaporarse, produce el calor que emana el radiador. Son de bajo consumo ya que su calor dura más allá del tiempo que se tenga enchufado. Esto se debe a que el aceite tarda más tiempo en enfriarse. Además, su mantenimiento también es más sencillo, ya que no es necesario estar cambiando el aceite.
Aún así, tiene una desventaja con respecto a los demás radiadores eléctricos: el tiempo que tarda en calentarse. Al funcionar a través de este aceite, requiere un tiempo mayor para que esta sustancia se caliente y comience a crear un clima más confortable en la estancia.
Existen innumerables radiadores de bajo consumo de luz. Para saber por cuál decantarse será importante fijarse no solo en diseño o su precio. También :
Como decíamos, la oferta en el mercado es muy amplia. Además, existen distintos tipos como los emisores térmicos o los de aceite que hemos mencionado anteriormente. Entre los mejor valorados están:
Klarsein Bornholm Curven
Orbezogo PRE 1510 emisor térmico
Cecotec Ready Warm 6600
Cecotec Ready Warm 5650 Space
El uso de radiadores de luz azul de bajo consumo es ideal para casas que no tienen calefacción. Aún así, si la vivienda es de tu propiedad o planeas estar en ella más de 6 o 7 años, la recomendación es la instalación de calefacción convencional.
Si bien es cierto que los radiadores de bajo consumo son más eficientes y, en la factura, más baratos que otros tipos de fuentes de calor, a la larga resultarán más caros que la calefacción normal de gas. Ten en cuenta que este tipo de radiadores solo calientan la estancia en la que se encuentran y siempre van a tener impacto en tu factura de la luz.
Asimismo, suponen unos importes mayores a la hora de comprarlos, por ejemplo, en comparación a los que no son de bajo consumo.La calefacción, por su parte, supondrá una inversión inicial mayor. Sin embargo, como decíamos, cuando hayan pasado 6 o 7 años desde su instalación, ya será rentable. Esto se debe a que el gas natural o el gasóleo resultan mucho más baratos al mes que la electricidad.
Recuerda, además, que a pesar de que los radiadores de calor azul tengan un consumo menor, los importes de tu factura también estarán relacionados en función de la tarifa eléctrica y compañía que tengas contratada.